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Las vacaciones, escapadas de fin de semana o simplemente las visitas a familiares se viven de forma muy distinta cuando hay un bebé en la familia. Y si hablamos de viajar en coche, la planificación y la seguridad se vuelven imprescindibles. En este post te ofrecemos una guía completa sobre cómo viajar con tu bebé en el coche, qué tener en cuenta antes de salir, durante el trayecto, y cómo garantizar que sea una experiencia segura y tranquila para todos.
Según la normativa española, todos los niños deben viajar en un sistema de retención infantil homologado y adaptado a su peso y altura, hasta que midan 135 cm (aunque se recomienda mantenerlos hasta los 150 cm). Pero más allá de lo que exige la ley, hay algo que la evidencia científica ha dejado claro: la posición más segura para tu bebé es a contramarcha el mayor tiempo posible.
Viajar a contramarcha puede reducir hasta en un 90% el riesgo de lesiones graves en caso de accidente. En una colisión frontal (la más común y peligrosa), el cuerpo del bebé en una silla a favor de la marcha sufre una desaceleración muy brusca que puede afectar gravemente al cuello y la columna. En cambio, a contramarcha, la energía se distribuye de forma más uniforme y segura.
Organismos como la DGT, la AEP (Asociación Española de Pediatría) y entidades de seguridad vial europeas recomiendan mantener al niño a contramarcha al menos hasta los 4 años, e idealmente hasta los 6.
No todas las sillas son iguales ni sirven para todas las edades. Elegí una silla:
Homologada bajo la normativa i-Size (R129) o ECE R44/04.
Que se adapte al peso y altura del bebé, no solo a su edad.
Con sistema de instalación ISOFIX (más seguro y fácil) o cinturón si el coche no tiene anclajes.
Que permita viajar a contramarcha el mayor tiempo posible.
Una instalación incorrecta puede hacer que incluso la mejor silla del mercado no proteja. Verificá:
Que la silla esté bien anclada y sin holguras.
Que los arneses estén bien ajustados (ni sueltos ni demasiado apretados).
Que la inclinación sea la adecuada para evitar que la cabeza del bebé caiga hacia adelante.
Aunque haga frío, los bebés nunca deben viajar con abrigos voluminosos puestos dentro de la silla. Esto genera espacio entre el arnés y el cuerpo del niño, y en caso de frenazo, puede ser peligroso. Lo ideal es vestir al bebé con capas finas y colocarle una manta por encima si es necesario.
Si es un trayecto largo, programá paradas cada 1,5-2 horas.
Aprovechá los momentos en que el bebé suele dormir para viajar más tranquilos.
Evitá las horas más calurosas del día, especialmente en verano.
Agua y algo de comer para los adultos y, si corresponde, para el bebé.
Pañales, toallitas, muda de ropa.
Sombrilla o parasol para la ventana del bebé.
Juguetes suaves y sin piezas pequeñas.
Música relajante o canciones infantiles.
El coche debe estar bien ventilado. En verano, es preferible encender el aire con antelación y evitar que el sol dé directamente al bebé. En invierno, asegurate de que no esté expuesto a corrientes directas de aire caliente.
No. Por más que el bebé llore o se incomode, nunca debe ir en brazos ni suelto durante el trayecto, por corto que sea. Si necesita consuelo o alimento, lo mejor es hacer una parada.
Si viajás en avión o necesitás moverte con frecuencia, existen sillas más compactas, plegables o incluso sillas de coche portátiles homologadas. Pero para trayectos largos en carretera, lo más recomendable es una silla robusta, bien instalada y pensada para uso prolongado.
Evitá dar de comer justo antes del viaje.
Mantené la cabeza del bebé lo más recta posible.
Si el pediatra lo indica, existen productos específicos para bebés.
Paradas frecuentes, buena ventilación y evitar pantallas pueden ayudar.
En PequeMonster, te ayudamos a encontrar la silla ideal para tu peque y te asesoramos para que cada viaje sea más seguro y cómodo. ¡Este verano, viaja tranquilo con tu bebé sabiendo que va protegido y feliz!